¿Por qué ellos no?

David y Teresa: El amor es la luz que los une.
De que la ignorancia es la mayor enemiga del ser humano hay pruebas más que suficientes.

Piense nada más en la Edad Media cuando miles y miles de personas eran quemadas vivas, por obra y gracia, de la “santísima Inquisición” la cual prohibía cualquier razonamiento, conocimiento o expresión que nada más se acercara ligeramente a la verdad del origen de las cosas y sus consecuencias.

Se puede argumentar que fue una época llena de contradicciones porque si bien era rebosante de desconocimiento, también lo fue de una inquietante búsqueda del saber.

Y usted se preguntará ¿qué tiene que ver el tema con la discapacidad?
Esa ignorancia de siglos pasados veía a las personas discapacitadas no sólo física  sino intelectualmente como engendros del demonio, como personas sin alma, que había que encerrarlas o acabar con ellas.

Hubo épocas en Grecia que estas personas eran condenadas a la muerte como ofrendas a los dioses. En los tiempos de la Inquisición eran vistas como seres endemoniados y había que exterminarlas y en pleno siglo XX los nazis, cuando la Segunda Guerra Mundial, las  sometían a experimentos o simplemente las eliminaban junto con los judíos y otros  inocentes.

Sólo con el desarrollo de la ciencia las personas discapacitadas ocupan su lugar como otros seres humanos más, sin embargo, aún en el mundo se cuentan cientos de personas, hasta con alto nivel de conocimientos, que continúan pensando equivocadamente sobre ellos.   

Y una de esas equivocaciones es el amor. Sí, porque hay quienes piensan que entre discapacitados, o entre uno de ellos y otra persona que no tenga limitación física alguna, las relaciones sexuales son imposibles.

Yo me pregunto: ¿qué tendrá que ver la ceguera o la sordera, o  que a alguien le falte un brazo o una pierna para que se amen con otra persona discapacitada o con otra persona sin limitaciones físicas?

En estos casos me refiero a limitaciones físicas no intelectuales, pero incluso conozco parejas con cierto retraso mental que son felices y llevan una vida más normal que los supuestamente normales.

El amor no es un sentimiento privado, ni se compra, ni se vende es sencillamente, una capacidad humana, pero hasta en los animales hay amor, hablando en sentido general.

Si no hubiera amor, creo que no existieran humanos, sino máquinas con forma de hombres y mujeres.

Hace años, como periodista,  que me dedico a la atención de las organizaciones donde se afilian los discapacitados con limitaciones físicas y conozco que una gran parte de ellos comparte su vida con su pareja, o ha tenido relaciones amorosas con otra persona y se divorcian o se casan de nuevo como el resto de las personas. Pero además tienen sus hijos.

El que haya leído este blog encontrará no pocos ejemplos del amor y la comprensión entre la pareja.

Claro está, que hay mucha incomprensión sobre el tema y se debe a la ignorancia pero también al desconocimiento, porque desgraciadamente no hay suficiente divulgación sobre el tema, no sólo del amor y las relaciones sexuales sino del mundo en el que se desenvuelven las personas discapacitadas.

No obstante se ha avanzado en las últimas décadas en el tratamiento médico y psicológico a este sector de la población y la propia familia se ha abierto a la realidad circundante para contribuir a que la persona con carencias físicas se incorpore a la sociedad y se sienta que también puede ser útil y disfrute de una autonomía liberadora de cadenas subjetivas que la frenen y le impidan desarrollar potencialidades desconocidas.

O sea, que es injusto, inmoral y hasta estúpido pensar que dos seres humanos que carezcan de la luz en sus ojos, o que no puedan escuchar “un te amo” , no se puedan amar y formar una pareja.

Entonces habría que preguntarse ¿cómo es posible que la gente irresponsable, los violentos, los ineptos, los cobardes, los indulgentes, los vulgares, los ladrones, los criminales, los hipócritas, los traidores, los insensibles y la demas ralea pueden tener pareja y sentir amor?

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