De ahí la importancia de que las personas con limitaciones auditivas no sufran la exclusión social por el hecho de sus barreras en el sentido del oído.
En la patria de Fidel Castro la Asociación Nacional de Sordos de Cuba (ANSOC) trabaja constantemente junto con especialistas del Ministerio de Educación, en el perfeccionamiento de la Lengua de Señas Cubanas (LSC).
Para los implicados en esta tarea es necesario que se aprende la LSC como una demanda no sólo para los educadores, sino para la familia en la formación para el futuro desarrollo cognitivo, lingüistico y social de esta comunidad.
En tal sentido el trabajo por enriquecer y perfeccionar la LSC se manifiesta a través del país con aportes, estudios y observación de las necesidades y su evolución en concondancia con la realidad.
En breve síntesis la Lengua de Señas Cubana es el lenguaje natural que utiliza la persona sorda en Cuba.
Como otras lenguas cumple con las funciones comunicativas y posee su propia estructura gramatical.
Desde edades tempranas los niños la aprenden en las escuelas especiales existentes en el país. En la provincia de Camgüey funciona uno de estos centros.
Posee los siguientes componentes: configuración manual con su dactilema y configuración de señas. Tiene además la orientación manual, locación y movimientos. Para completarla cuenta con la expresión facial y la corporal.
Desde el punto de vista de sus funciones, cumple con la información al permitir el acceso a ella y el intercambio de ideas y conocimientos.
Posee además una función afectiva al canalizar los sentimientos, emociones y valores y por último, regula la conducta y el comportamiento.
Para completar el sistema se creó el curso de formación de intérpretes de la Lengua de Señas Cubana y en estos momentos hay varios cientos de ellos impartiendo sus conocimientos en el país.
En nuestra provincia se han graduado varios jóvenes que prestan sus servicios en la propia ANSOC de Camagüey, en Educación y en otros organismos.
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