Si no vivieran en Cuba

Una de las mayores preocupaciones actuales es el desempleo. Millones de personas en el mundo sufren este realidad. Surge entonces una interrogante. Si esas personas con todas sus capacidades físicas y mentales están agobiadas por esta problemática ¿qué será de los que carecen de alguna de ellas?

Los discapacitados cubanos no sufren esta verdad porque tienen garantizados un puesto de trabajo bien en el empleo ordinario, o por cuenta propia, o en su propia casa o en los talleres especiales.
Por ejemplo en Camagüey hay cinco de estos talleres, en igiual cantidad de municipios y pertenecen  a la Empresa de Industria Locales.

Actualmente 151 hombres y mujeres invidentes, débiles visuales, sordos o con limitación fisico motora laboran en alguno de estos talleres aportando bienes materiales según lo permita su capacidad.

Estos centros permiten, una rehabilitan encamina a que pasen a trabajar en centros ordinarios, pero más que todo a ayudarlos a que se sientan útiles y gocen de una autonomía en relación con la familia, la que a veces los sobreprotege y por lo tanto les causa una dependencia absoluta.

Una buena nueva es que con el Convenio de Colaboración con Venezuela (ALBA) la totalidad de estos centros recibió una remodelación y modernización, además de equipos como máquinas de coser, ventiladores, mobiliarios, equipos de climatización y conservación de alimentos entre otros.

Por parte de la Empresa de Industrias Locales estos colectivos reciben uniformes, almuerzo  y merienda.

En varias ocasiones los he visitado y la satisfacción y agradecimiento es su mayor expresión. Regreso al principio de la problemática del desempleo y no es que quiere “filosofar” pero ¿qué sería de estas personas si en Cuba no hubiera socialismo?

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