“Mi vida no se detuvo”

Todos los días Teresa Malpica llega a la Asociación Nacional de Ciego (ANCI) de Camagüey situada en una importante vía de la ciudad. Hace años ocupa la presidencia de la asociación en el municipio cabecera de la provincia. Su trabajo es ese, atender la ANCI y ella con dedicación y mucho amor dirige a sus asociados con la cooperación de los otros miembros del ejecutivo.

Pero ella es totalmente ciega, las cuencas de sus ojos están ocupadas por dos prótesis. Desde los 45 años de edad perdió la visión de su ojo izquierdo porque a los 18, debido a un parásito alojado en el derecho, perdió el ojo.

”Desde pequeña tenía problemas en la visión y me operaron. Recuperé la vista del izquierdo pero como te conté también la vida me privó de ella con el tiempo.

“En 1978 cuando se fundó la ANCI en esta provincia enseguida pedí mi ingreso y soy fundadora.

“Yo soy una persona que me gusta ser útil y no estar dependiendo de los demás por eso estuve trabajando en el taller especial de la ciudad, dedicado a los discapacitados, durante once años hasta que me jubilaron por mi ceguera total y desde entonces mi labor es esta, de presidenta de la Asociación.

“Al principio de la ceguera total me sentí muy deprimida pero la Asociación me ayudó mucho, a mi no me gustaba andar con bastón porque era joven y lo rechazaba. Hasta que me acostumbré”.

--¿Tienes hijos ?

“ Tengo dos: una hembra, un varón y dos nietos. Mi tercer esposo trabaja aquí conmigo y es débil visual.

“Actualmente estudio en el sexto semestre de la Facultad Obrero Campesina porque me gusta superarme.

“Me siento orgullosa de ser cubana y aunque somos pobres y discapacitados no somos limosneros como algunos turistas quieren pintarmos. Sí, hay por ahí personas que les gusta pedir limosnas pero nuestro Estado socialista nos protege cuando lo necesitamos con la asistencia social.

“Es verdad que el bloqueo nos ha limitado en recursos y el país tiene muchas necesidades pero a mi me dieron una casa y en cuanto al empleo la Dirección Provincial de Trabajo y Seguridad Social les garantiza un puesto de trabajo a las personas discapacitadas.

“Lo importante en la vida no es detenerte, y como dijo alguien lo que vale no son las veces que te caes, sino las que te levantas”.