María Carmen Alcobre sufrió un infarto cerebral en 1983 que devino hemiplejía en la parte izquierda de su cuerpo.“Como debe suponer, me dice, sufrí mucho pero cuando supe de la existencia de la ACLIFIM en 1996, enseguida solicité mi ingreso. Durante unos años continué en mi casa pero un día me llamaron para que colaborara con las actividades de la asociación.
“Así me fui introduciendo en este mundo del cual, ahora, no quiero salir porque me siento muy bien, y más que todo, útil.
“Actualmente ocupo el cargo de vicepresidente de nuestra asociación y soy responsable de la secretaría de educación, cultura y relaciones públicas.
“¿Qué cómo puedo hacer estas cosas con mi pierna que arrastro y la mano que casi no funciona?
“Pues con la voluntad de vivir y de ser útil, como te expresé antes. Nuestra organización es muy importente y cuesta un poco de trabajo movilizar a nuestros afiliados. Claro es comprensible porque son personas con limitaciones motoras severas en no pocos casos y hay que tener mucha fuerza de voluntad para ir de un lado a otro”
-¿Consideras que todavía hay incomprensión del resto de la población hacia los discapacitados?
“La población ha ganado mucho conocimiento sobre nosotros en los últimos tiempos, pero como todo no es perfecto hay todavía personas con poco sentido de la solidaridad en nuestra sociedad.
-¿Y qué me dices de tu familia?
“No tengo queja alguna de mi familia que son mis tres hijos, incluso mis varones cuando regresan del trabajo lo hacen todo. Yo siempre trato de ayudar en algo.
-¿Qué significa para tí la ACLIFIM?
“No sé si te respondo con esto, pero forma parte de mi vida porque me ayuda precisamente a vivir, a disfrutar de las cosas aunque padezca de esta inmovilidad, a enfrentarme con dificultades y aprender a buscarle solución y me relaciona con las personas.
“En estos momentos estamos enfrascadas en efectuar en la segunda quincena de abril el festival zonal de música donde participarán cantantes solistas de las cinco provincias centrales del país y la nuestra es la sede. Te podrás imaginar el trabajo que tenemos, pero nos sentimos felices porque hacemos felices a los demás”.
-Y dejamos a María Carmen enfrascadas en los preparativos del festival donde también otros discapacitados probarán con su arte que ellos también son felices.
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