Ahora veo mejor que cuando joven

Foto: Leandro Pérez Pérez
Resulta que hace poco, como de costumbre, visito la ANCI y me encuentro a esta señora que estaba muy contenta porque había recobrado la vista. Me llamó la atención tanta alegría y quería saber cómo es eso de que ya veía. Decidí conversar con ella:

“Mi nombre, es Gliselda María Alonso Tomás, tengo 57 años de edad y padezco de miopía degenerativa, soy graduada de la enseñanza media, como técnico en veterinaria.


“Desde niña tenía problemas con la visión y a los 17 años empecé a usar espejuelos, luego los cambié por lentes de contactos, pero con el tiempo no los resistía.

“Por mis condiciones visuales no podía con las labores de veterinaria y me fui a trabajar entonces, en oficinas, pero cada día veía menos, y mis compañeros siempre estaban bromeando conmigo. Me decían “cegata”.

“Yo lloraba mucho ante esta situación que cada vez se empeoraba porque no tenía esperanza de operación por ser alérgica a un grupo de antibióticos.

“En el 2009 la oftalmóloga me dijo que tenía que hacerme un fondo de ojo y presenté un desgarro de la retina. Ante este panorama tuve que pedir el peritaje para no trabajar más.

“De la consulta de baja visión me enviaron a la de neuroftalmología.

“En esos días perdí la visión por completo y volví al hospital y al poco tiempo me operaron de catarata el ojo derecho y me dio mucha alegría cuando me quitaron la venda y lo vi todo. Unos meses después me sometí a la invervención del otro ojo, que por cierto tengo allí una cicatriz en la córnea. Los médicos me preguntaron que si yo me había dado un golpe alguna vez, pero nunca he recibido golpe en la cara.

“A pesar de que mi ojo izquierdo presenta problemas, te confieso que me siento muy bien porque resulta que ahora, de “vieja” veo mejor.

“Al presentar toda esta problemática, me asocié a la ANCI y me siento muy bien no sólo por mi sino por haber descubierto este mundo tan maravilloso, y presenciar las cosas que sus asociados realizan, ellos no renuncian a su vida cotidiana, al amor y a la vida. Eso es admirable.

“Te digo que antes de venir aquí y sufrir mi falta de visión, me sentía casi siquiátrica pero mi familia me ayudaba, me daba fuerzas y cuando conocí todo esto, sentí que tenía más fuerzas y quisiera que otras personas, con semejante situación a la mía, se acercaran a la Asociación.

“Hay otra cosa muy importante, y es el servicio de oftalmología con el que cuenta nuestra provincia que es parte del sistema cubano, con profesionales de vastos conocimientos científicos y especialistas de reconocida experiencia”.  

“Esa es mi historia, y fíjate si he cambiado que mis antiguos compañeros de trabajo, casi no me reconocen porque ellos estaban acostumbrados a verme con esos espejuelos de cristales muy, muy gruesos y ahora.... lo que uso son espejuelos oscuros que le dan a una otro aire de modernidad. Pero yo los uso porque el sol me molesta mucho. Pero, bueno, lo importante es que soy otra persona depués de la operación, aunque padezca de la miopía.

“Se me olvidaba decirte que aunque soy alérgica, no presenté ningún problema en la operación, ni con los medicamente, Eso también me hace sentir feliz”.



1 comentario:

  1. Interesante artículo, María, le dejo un saludo y le pido disculpas por mi ausencia, ando cargado de trabajo con el nuevo número de mi revista y no se ordenar mi tiempo, me rebelo contra los horarios y bueno, ahí está el resultado. Un abrazo

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