Con amor y paciencia

Foto Otilio Rivero
Ser maestro es trasmitir conocimientos con amor pero también con sabiduría, es formar personas con valores, con sensibilidad, es dedicación y constancia. Para la Master en educación Elsa Alfonso Expósito el magisterio es todo esto y mucho más porque...

“Trabajar con niños discapacitados requiere de una comprensión y una paciencia extraordinarias” me dice con una sonrisa amable.

“Hace 13 años  trabajo en la escuela especial de Camagüey para niños y adolescentes sordos o hipoacúsicos y anteriormente laboraba en los círculos infantiles, o sea que tengo una experiencia de no pocos años vinculada con niños.

“Aunque la enseñanza especial se apoya en un sistema que avanza cada vez más y se perfecciona no es lo mismo impartir clases para un pequeño impedido del sentido de la audición que el que goza de ella.

“Aquí en nuestro centro todos los profesores tratamos con cariño y comprensión a los estudiantes porque es importante para su formación y desempeño futuro en la vida”.

No sólo son dignos de admirar los profesores como Elsa y su colectivo de la escuela especial para sordos sino todos los maestros de este tipo de centros que funciona en la provincia como la escuela para ciego y débiles visuales, y otros.

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