Foto de Otilio Rivero
Todas las mañanas pasa por mi casa. A veces coincidimos, otras no. Hace años que lo conozco con su voluntad inspirada en el optimismo.
Lorenzo Armando Boudet Duarte tiene ahora 57 años de edad es miembro de la Asociación Nacional de Ciegos (ANCI).
“Desde que se fundó en Camagüey pertenezco a esa Asociación, me dice, y he ocupado varios cargos. Ahora soy secretario de relaciones públicas en la direccion provincial de la ANCI e instructor de tifloinformática. Te explico que tiflo quiere decir ciego”.
--¿Me puedes contar cómo aprendiste la computación?
--Cuando se inició todo esto de la informática y se crearon en todo el país los llamados Joven Club de Computación e Informática donde la población tiene acceso para aprender estas técnicas, fui y me inscribí en el curso y aprendí porque cuando se tiene voluntad y deseo uno alcanza los objetivos.
“Como puedes ver tenemos en nuestra Asociación una sala de computación con 5 máquinas dotadas de audio, una impresora y dos escanner a la que nuestros asociados tienen acceso.
“Aquí podemos conocer mediante los periódicos del país y otras publicaciones lo que sucede en Cuba y en el mundo, así como otros temas que nos ayuda a aumentar la comunicación y los conocimientos”.
-¿Y cómo fue que perdiste la visión?
--Lo mío es congénito. La miopía se fue acrecentando hasta que perdí la visión en 1993. Pero así y todo estudié Medicina Veterinaria por el curso dirigido para obreros y en el 1990 me gradué, ya trabajaba en una empresa agropecuaria porque desde que era técnico en veterinaria y antes me desempeñé laboralmente en la agricultura.
--¿Qué significa la rehabilitación para ti?
--La rehabilitación es el oxígeno del ciego. Mi discapacidad se fue efectuando mediante un proceso, es decir, que cuando es de esta forma uno se va preparando, no es como la persona que de momento pierde la vista.
“Gracias a la rehabilitación uno va sintiendo que la vida vuelve otra vez porque empiezas a aprender de nuevo, como si fueras un niño. En todo esto la voluntad es importante y uno dice: “si otros pueden, yo también puedo.
“Ahora incluso sé de computación aunque no veo y otras personas que poseen la vista no conocen la computación”
--¿Qué importancia tiene la ANCI?
--Mucha y considero que es un gran logro de nuestro país que una organización como la nuestra haga posible que nos incorporemos a la sociedad, que nos atienda y que nos facilite el empleo, el estudio, el acceso a la cultura y al arte.
“La ANCI ha influido en la familia y le ha hecho comprender que la sobreprotección y los prejuicios no conducen a nada bueno con sus familiares discapacitados. Por suerte se han ido eliminando estos conceptos y los niños acuden a las escuelas especiales, los jóvenes estudian y todos de una forma u otra nos insertamos en la vida útil porque en Cuba la exclusión no existe.
Lorenzo Armando Boudet Duarte tiene ahora 57 años de edad es miembro de la Asociación Nacional de Ciegos (ANCI).
“Desde que se fundó en Camagüey pertenezco a esa Asociación, me dice, y he ocupado varios cargos. Ahora soy secretario de relaciones públicas en la direccion provincial de la ANCI e instructor de tifloinformática. Te explico que tiflo quiere decir ciego”.
--¿Me puedes contar cómo aprendiste la computación?
--Cuando se inició todo esto de la informática y se crearon en todo el país los llamados Joven Club de Computación e Informática donde la población tiene acceso para aprender estas técnicas, fui y me inscribí en el curso y aprendí porque cuando se tiene voluntad y deseo uno alcanza los objetivos.
“Como puedes ver tenemos en nuestra Asociación una sala de computación con 5 máquinas dotadas de audio, una impresora y dos escanner a la que nuestros asociados tienen acceso.
“Aquí podemos conocer mediante los periódicos del país y otras publicaciones lo que sucede en Cuba y en el mundo, así como otros temas que nos ayuda a aumentar la comunicación y los conocimientos”.
-¿Y cómo fue que perdiste la visión?
--Lo mío es congénito. La miopía se fue acrecentando hasta que perdí la visión en 1993. Pero así y todo estudié Medicina Veterinaria por el curso dirigido para obreros y en el 1990 me gradué, ya trabajaba en una empresa agropecuaria porque desde que era técnico en veterinaria y antes me desempeñé laboralmente en la agricultura.
--¿Qué significa la rehabilitación para ti?
--La rehabilitación es el oxígeno del ciego. Mi discapacidad se fue efectuando mediante un proceso, es decir, que cuando es de esta forma uno se va preparando, no es como la persona que de momento pierde la vista.
“Gracias a la rehabilitación uno va sintiendo que la vida vuelve otra vez porque empiezas a aprender de nuevo, como si fueras un niño. En todo esto la voluntad es importante y uno dice: “si otros pueden, yo también puedo.
“Ahora incluso sé de computación aunque no veo y otras personas que poseen la vista no conocen la computación”
--¿Qué importancia tiene la ANCI?
--Mucha y considero que es un gran logro de nuestro país que una organización como la nuestra haga posible que nos incorporemos a la sociedad, que nos atienda y que nos facilite el empleo, el estudio, el acceso a la cultura y al arte.
“La ANCI ha influido en la familia y le ha hecho comprender que la sobreprotección y los prejuicios no conducen a nada bueno con sus familiares discapacitados. Por suerte se han ido eliminando estos conceptos y los niños acuden a las escuelas especiales, los jóvenes estudian y todos de una forma u otra nos insertamos en la vida útil porque en Cuba la exclusión no existe.
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