Tocando la luz con el sonido



Un aplauso grande para Jorge Frómeta. 

¿Quién es este señor?

Sin lugar a dudas una persona de una gran sensibilidad y de un alto concepto de la verdadera solidaridad humana.

Según información que pude encontrar en la página WEB de BBC Mundo este cubano que trabaja en el  Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica (ICAIC), de la isla caribeña, fue el de la idea del cine narrado para personas invidentes y de baja visión.


El proyecto se llama “Tocando la Luz” y consiste en agregar a las películas la audio descripción mediante una banda sonora en la que un locutor describe lo que se ve en el filme.

Es el logro de un grupo de profesionales que trabaja en el doblaje con una labor multidisciplinaria que se ha empeñado en hacer más agradable la vida de estos discapacitados.

El costo de hacer este tipo de trabajo no es nada barato, porque requiere de escribir un guión y de la intervención de ocho especialistas durante un mes.

Pero se hace menos costoso porque son películas cubanas y cuando se habla con los directores y se les explica el fin, entonces ellos ceden sus derechos.

El Proyecto es financiado por el Estado y ya se encaminan acciones para que con la ayuda de otras asociaciones de ciegos de varios países, realizar un intercambio de filmes de otras naciones y así ampliar el banco de películas de aquí.

También se encuentra en perspectiva, llevar este cine para los sordos, pero con el subtitulaje.

UNA ACOGIDA MUY BUENA

“Tocando la Luz” buscó de inmediato la intervención y apoyo de la Asociación Nacional de Ciegos (ANCI) la que tiene en sus filas a más de 30 mil afiliados y que ya lleva la idea a las provincias con un set de 6 películas para que sean escuchadas por los discapacitados sin vista o de baja visión de cada región.

Según el reportaje de BBC Mundo la acogida de la idea por estas personas y poder ir a un cine de la capital del país pagando sólo una pequeña cantidad de dinero por el derecho de entrada, fue buenísima con  opiniones realmente sorprendentes, Incluso asistieron personas que nunca habían ido a una sala de proyecciones cinematográfica, otras expresaron que preferían que estas películas se exhibieran en cines y no en la TV porque tenían motivación para salir a la calle, aunque es una vez al mes.

En el momento de publicarse el reportaje ya habían disfrutado del cine más de un millar de personas.

EN CAMAGÜEY

Ya en nuestra provincia se exhiben estas películas con la narración en varias salas de video de la ciudad.


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